14 Jul Palabras del Dr. Juan Pablo Jiménez
Horst Kächele ha muerto
El domingo 28 de junio, temprano en la mañana, nos llegó la triste noticia de que Horst Kächele había fallecido horas antes, a los 76 años de edad, producto de un cáncer que se le había declarado un año atrás. Durante el último tiempo estuvimos en permanente contacto con él y su familia. Beate, su esposa, y sus tres hijas, lo acompañaron y tuvieron tiempo para despedirse y arreglar los asuntos pendientes. Esto era muy propio de Horst. Tempranamente se dio cuenta de que su padecimiento no tenía remedio; entonces aprovechó el tiempo para terminar lo que tenía entre manos (trabajando hasta el final en la segunda edición inglesa de su conocido texto, con Helmut Thomä, sobre teoría y práctica del psicoanálisis) y de contactar a sus amigos más cercanos. En estos meses dejó encargos específicos a colegas para que terminaran los libros cuya edición quedó pendiente. Del mismo modo, se encargó de dejar todo resuelto con su familia. Miró la muerte de frente y soportó los dolores de los últimos meses con entereza.
Conocí a Horst Kächele el año 1981, en casa de Guillermo de la Parra, la primera vez que visitaba nuestro país, invitado por la Universidad de Chile. Horst era un joven psicoanalista que nos impresionó por su vitalidad (cantamos y tocamos guitarra esa noche) y por su interés de establecer relaciones de colaboración con nosotros. En esa ocasión nos convenció a Guillermo y a mí para que fuéramos a continuar nuestros estudios al Departamento de Psicoterapia de la Universidad de Ulm. En los años siguientes, ambos obtuvimos en Ulm el grado de Doctor en Medicina, Guillermo con una tesis en psicosomática y yo con una en proceso psicoanalítico. Estando en Ulm, tradujimos con Gabriela, mi mujer, los dos tomos del libro “Teoría y Práctica del Psicoanálisis”, en coautoría con Helmut Thomä, lo que me permitió profundizar en sus ideas psicoanalíticas. Después de 30 años, me es claro que el texto de Ulm constituye un antecedente bastante ignorado de lo que después se ha llamado el psicoanálisis relacional. En la tradición de Ferenczi y Balint, estos autores lograron una síntesis teórica y práctica que resiste el paso del tiempo. Estando en Ulm, participé activamente en los seminarios del Instituto de Psicoanálisis, donde pude llenar los vacíos de mi formación en Chile y conocí una manera nueva, crítica, de enfrentar los problemas teóricos y prácticos del psicoanálisis. Horst lideraba esta postura de pensamiento crítico, basado en una amplia cultura psicoanalítica y de investigación en proceso y resultados en psicoterapia y psicología del desarrollo que trasmitía permanentemente en seminarios y tutorías de tesis.
A partir de mi vuelta a Chile el año 1990, comenzó una permanente colaboración en el plano de la investigación en psicoterapia y psicoanálisis. Insistió en que fundáramos el capítulo latinoamericano de la Society for Psychotherapy Research, algo que hicimos en Mendoza el año 1992. El fue nuestro mentor y, por así decirlo, el “padre fundador” de la SPR chilena y latinoamericana. Nos visitó un par de veces en la Corporación Salvador y tuvimos un rico intercambio clínico y científico con él. También nos ayudó en la creación del programa de doctorado en psicoterapia siendo uno de los primeros profesores visitantes del programa. Finalmente, formó parte del selecto grupo de investigadores seniors de MIDAP. En la biblioteca de la International Psychoanalytic University, en Berlín, de la cual fue profesor de metodología de la investigación (además del doctorado en Medicina, obtuvo un doctorado en Psicología con un estudio empírico de un caso psicoanalítico), hay una estantería completa con sus cientos de publicaciones.
Horst destacó por su enorme vitalidad, por su pensamiento crítico, por la generosidad para compartir conocimientos e inquietudes, por su gran inteligencia y, sobre todo, por su compromiso y pasión por la investigación en psicoanálisis. Fue evolucionando hacia posturas metodológicas cada vez más inclusivas y amplias. De gran cultura humanista, fue un apasionado lector, interesado en la música y las artes visuales. Su influencia fue crucial en el desarrollo de la investigación en psicoterapia y psicoanálisis en Alemania y Latinoamérica. Viajero impenitente, sus últimas décadas las dedicó con pasión a difundir la investigación en los países de Europa del Este, incluido Rusia. También visitó Turquía, Armenia, Irán y China, promoviendo y apoyando a grupos de investigadores en psicoterapia y difundiendo el psicoanálisis científico. Con Horst perdimos a un amigo y un investigador que impulsó con fuerza un pensamiento psicoanalítico crítico.
Juan Pablo Jiménez